Jardín Macaronésico Ornamental

 

Se halla situado en los alrededores de la Plaza de Fernando Navarro. Esta plaza está situada en el lado izquierdo del barranco que cruza el Jardín, junto al Vivero y a la altura del «puente de madera». En sus alrededores se cultivan diversas especies de plantas endémicas con un alto valor ornamental. Podemos señalar en primer lugar un grupo de dragos (Dracaena draco) trasplantados a este lugar cuando ya tenían un notable tamaño y en cuyos troncos pueden apreciarse las cicatrices de las heridas producidas durante el traslado. El drago de mayor tamaño, situado al otro extremo de la plaza fue traído hace unos pocos años procedente de un jardín particular de Santa Brígida; para su traslado hizo falta una potente grúa y una plancha de remolque la cual fue escoltada por la policía de tráfico hasta la llegada al Jardín a causa de su gran tamaño.

Junto al vivero central destacan dos grupos principales: el «palo de sangre» (Marcetella moquiniana), planta muy apetecida por el ganado y la «retama peluda» (Teline nervosa), un endemismo exclusivo de Gran Canaria dado a conocer para la ciencia en 1973. En los bordes de la plaza se pueden observar varios grupos de siemprevivas (Limonium) siendo Limonium arborescens un endemismo de Tenerife sumamente raro en su medio natural, pero cultivado en parques y jardines con relativa frecuencia; Lugoa revoluta, endémica de la región de Anaga en Tenerife, cuyas flores se asemejan a las de la margarita; y asimismo de los endemismos de Madeira Helichrysum melaleucum y H. obconicum, arbustos de hojas tomentosas de aspecto blanquecino.

Junto a la escalinata de la Plaza más próxima a la carretera, se encuentra un ejemplar de cedro Uuniperus cedrus) procedente de Madeira que, aunque se trata de la misma especie que habita Canarias, difiere algo en el porte y tamaño de los frutos.

En el exterior del invernadero se encuentran especies muy valiosas como un endemismo tinerfeño, el «pico de paloma» (Lotus maculatus); Senecio hermosae es exclusiva de la isla de La Gomera y se ha obtenido mediante cultivo in vitro; el «cardo» (Onopordon nogalesii), especie endémica de Fuerteventura, sólo es visible durante la primavera y verano, quedando el resto del año únicamente sus raices engrosadas bajo tierra para brotar de nuevo al siguiente año. En este mismo grupo, el «mato de risco» (Lavandula buchii) destaca por su valor ornamental.

Varias de las especies citadas, así como algunas más que se encuentran en la zona, poseen la característica de estar incluidas en la lista de las especies endémicas de Canarias en peligro de extinción.